Vino Añejo
Llegar al lugar puntual
del recuerdo
es ya esperar por tu ausencia
y el filtro de la tarde
se consume
uno dos tres cigarrillos
y tú nada que llegas
Te demoras
con la belleza del olvido
mientras aquí te esperamos mi tristeza y yo
con prisa de recuerdos
Usted que no se imagina
cuanto han cambiado
las cosas aquí
que la alegría parece estar empañada de nostalgia
que no se es ingenuo en la guerra del amor
que ahora la sonrisa es una helada navaja
picando la pumarosa del pecho
que me duele la izquierda por donde sale el sol
que este fracaso es un nuevo trofeo en tus sucesos
que esta espera ya tiene mayoría de edad
y se emborracha hablando con los perros
y trabaja con el obrero esculpiendo cenizas
y ya hasta sabe que la muchedumbre es un desierto
si tú no te encuentras en ella
y de nada valió el azar en nuestro favor
y que la plaza con nosotros era un país distinto
y ninguno se quería ir sin cicatrices
y el encontrarnos casualmente en el tren
de la ciudad en que nos pensamos
y es que los dioses del amor sufren de miopía
Usted que no se imagina
cuantas veces la nombra en la espera
quien vende estampas a la virgen
ni que tascas y transporte publico
también me anuncian
tu llegada
y caminan franelas de caníbal corpse
pero ya hace frió en el trópico
y no quedan cigarros
Llegar puntual al encuentro
con tu ausencia
ya es hacer demorar el amor
Llegar al lugar puntual
del recuerdo
es ya esperar por tu ausencia
y el filtro de la tarde
se consume
uno dos tres cigarrillos
y tú nada que llegas
Te demoras
con la belleza del olvido
mientras aquí te esperamos mi tristeza y yo
con prisa de recuerdos
Usted que no se imagina
cuanto han cambiado
las cosas aquí
que la alegría parece estar empañada de nostalgia
que no se es ingenuo en la guerra del amor
que ahora la sonrisa es una helada navaja
picando la pumarosa del pecho
que me duele la izquierda por donde sale el sol
que este fracaso es un nuevo trofeo en tus sucesos
que esta espera ya tiene mayoría de edad
y se emborracha hablando con los perros
y trabaja con el obrero esculpiendo cenizas
y ya hasta sabe que la muchedumbre es un desierto
si tú no te encuentras en ella
y de nada valió el azar en nuestro favor
y que la plaza con nosotros era un país distinto
y ninguno se quería ir sin cicatrices
y el encontrarnos casualmente en el tren
de la ciudad en que nos pensamos
y es que los dioses del amor sufren de miopía
Usted que no se imagina
cuantas veces la nombra en la espera
quien vende estampas a la virgen
ni que tascas y transporte publico
también me anuncian
tu llegada
y caminan franelas de caníbal corpse
pero ya hace frió en el trópico
y no quedan cigarros
Llegar puntual al encuentro
con tu ausencia
ya es hacer demorar el amor
Alejandro Indriago