
Libre Potro de tu llanura en pos de la libertad
Cóndor sobre los andes
Palabra que germina en el universo mundo empinado de amor sin fronteras, sin ataduras
Guerrero de la esperanza, del sueño de la luz
Invencible poeta naciente de las lágrimas de los pueblos
Verbo lúcido del infinito corazón maltratado
Hoy eres omnipresente
Miradas, sonrisas, lagrimas, verso, canto, prosa
Lo tangible y lo intangible te conforma y recrean en inseparable comunión
Tres raíces de un árbol que frondoso sombrea la patria como la sombra del aceite al llanero
He olfateado ese tu aroma a mastranto
Te siento, te vivo, te palpo
Recorro tus caminos para sembrarme en tus pasos y germinar en ellos abrazado por la lluvia de tu sonrisa
Soy suelo atravesado por el relámpago de tus sueños y el sueño de aquel otro majadero
Somos la tierra arada por tus manos
Tiernas manos que son el alma
Tierna alma que son tus manos
Manos que son la tierra, tierra que es tu cuerpo, cuerpo que es un pueblo, pueblo que tiene nombre, nombre que te nombra y me nombra: Hugo
Neguel Machado